Viernes, 10 de Abril de 2020
Leyenda del “conejo de Pascua”
¿Cómo se celebra el Domingo de Pascua?
Se celebra con una Misa solemne en la cual se enciende el cirio
pascual, que simboliza a Cristo resucitado, luz de todas las gentes.
En algunos lugares, muy de mañana, se lleva a cabo una
procesión que se llama “del encuentro”. En ésta, un grupo de personas llevan la imagen de la Virgen y se encuentran con otro grupo de personas que llevan la imagen de Jesús resucitado, como símbolo de la alegría de ver vivo al Señor.
En algunos países, se acostumbra celebrar la alegría de la
Resurrección escondiendo dulces en los jardines para que
los niños pequeños los encuentren, con base en la leyenda del “conejo de pascua”.
La costumbre más extendida alrededor del mundo, para
celebrar la Pascua, es la regalar huevos de dulce o chocolate a los niños y a los amigos.
A veces, ambas tradiciones se combinan y así, el buscar los
huevitos escondidos simboliza la búsqueda de todo cristiano de Cristo resucitado.
Leyenda del “conejo de Pascua”
Su origen se remonta a las fiestas anglosajonas pre-cristianas,
cuando el conejo era el símbolo de la fertilidad asociado a la diosa Eastre, a quien se le dedicaba el mes de abril. Progresivamente, se fue incluyendo esta imagen a la Semana Santa y, a partir del siglo XIX, se empezaron a fabricar los muñecos de chocolate y azúcar en Alemania, esto dio orígen también a una curiosa leyenda que cuenta que, cuando metieron a Jesús al sepulcro que les había dado José de Arimatea, dentro de la cueva había un conejo escondido, que muy asustado veía cómo toda la gente entraba, lloraba y estaba triste porque Jesús había muerto.
El conejo se quedó ahí viendo el cuerpo de Jesús cuando
pusieron la piedra que cerraba la entrada y lo veía y lo veía preguntándose quien sería ese Señor a quien querían tanto todas las personas.
Así pasó mucho rato, viéndolo; pasó todo un día y toda una
noche, cuando de pronto, el conejo vio algo sorprendente: Jesús se levantó y dobló las sábanas con las que lo habían envuelto. Un ángel quitó la piedra que tapaba la entrada y Jesús salió de la cueva ¡más vivo que nunca!
El conejo comprendió que Jesús era el Hijo de Dios y decidió
que tenía que avisar al mundo y a todas las personas que lloraban, que ya no tenían que estar tristes porque Jesús había resucitado.
Como los conejos no pueden hablar, se le ocurrió que si les
llevaba un huevo pintado, ellos entenderían el mensaje de vida y alegría y así lo hizo.
Desde entonces, cuenta la leyenda, el conejo sale cada
Domingo de Pascua a dejar huevos de colores en todas las casas para recordarle al mundo que Jesús resucitó y hay que vivir alegres. |
Viernes, 27 de marzo de 2020.
Película: Historia de Semana Santa
CANTAMOS ALELUYA (Unai Quirós)
MANUALIDAD: NAZARENO.
Consiste en realizar un nazareno o penitente de las distintas procesiones que salgan en tu localidad.
Materiales necesarios: - Un rectángulo de cartulina, para el cuerpo. También se puede usar un rollo de papel higiénico pintado o forrado.
- Un cono de cartulina, para el capirote.
- Un trapecio para la capa, si la lleva.
- Tijeras y pegamento.
Cómo hacer el nazareno:
1º.- Pega el rectángulo de cartulina por su lado más pequeño, formando un cilindro.
2º.- Pega la cartulina del capirote por el lateral para formar un cono o cucurucho. Píntale los ojos con rotulador negro.
3º.- Pon pegamento en la capa y pégala al cilindro por la espalda.
4º.- Por el lado delantero del cilindro, pinta un cinturón sobre el cuerpo y ponle los detalles.
5º.- Pinta también los botones de la túnica.
6º.- Pon pegamento en el interior del cono y únelo al cuerpo.